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En algunos centros de trabajo, para facilitar la comunicación del
grupo, le ponen sobre-nombre a personas y cosas, esa jerga le sirve a ellos,
pero confunde al extraño. Ejemplo:
“El jefe de proyecto, don Carlos, solía visitar las obras y, un día,
llegando a Ventana B de P. H. Cachi vio a un trabajador sentado a la orilla del
camino, se detuvo y, al preguntarle ¿a quién espera?, le respondió: “Estoy esperando que salga el diablo o
que venga la muerte que anda hablando con la calavera.“
¡Cómo! y, al recibir la misma respuesta, muy preocupado recorrió con
la vista el patio de la ventana y alcanzó a ver al jefe del grupo saliendo del
túnel (Miguel Serrano, él venía de coordinar la limpieza del ducto), se fue
hacia él y al llegar, luego de saludarlo, le dijo; Miguel póngale cuidado a ese
señor que está al inicio de la tubería. ¿Por qué? don Carlos. Porque le
pregunté ¿a quién espera? Y respondió “estoy
esperando que salga el diablo o que venga la muerte que anda hablando con la
calavera.“
¡Nooo! Don Carlos, no se preocupe, ese señor está muy bien, exactamente
eso lo dejé haciendo mientras iba a hablar con Violey. ¡Cómo!, ¿usted pidió
eso? Sí, don Carlos; estamos limpiando la tubería [terminada la chorrea en el
menor tiempo posible la tubería conductora de concreto debe quedar limpia (un
grupo lanza el equipo y otro lo recibe al final)], y, al transcurrir el tiempo
requerido sin recibir nada, ¡preocupado! le dije: “Voy a ver qué pasa, quédese
aquí hasta que salga el equipo o regrese yo.“ Eso le dije y me fui, claro, al
repetirlo con esos apodos, la transformó en dantesca y preocupante.
Don Carlos; para su tranquilidad, le voy a traducir los motes:
diablo le dicen al equipo de limpieza (por su paso ruidoso y vibrante). La muerte soy yo (así le decían), y la calavera es el alias de Carlos Violey o
sea, él quiso decirle: “estoy esperando que salga el limpiador o que venga Miguel
que anda hablando con Violey.“
Totalmente diferente, así cualquiera entiende. Usemos el incidente
para regular el uso de apodos al hablar con extraños al grupo.”
La jerga nunca debe salir del grupo, pues,
siendo un lenguaje especial usado entre ellos, por no conocerlo, le será
confuso a toda persona ajena al grupo.
Beto,
julio, 2016