Líderes y mística
“DIRECCIÓN Y
ACCIÓN PARA EL HACER…”
Heriberto Arroyo Barboza
Pensionado ICE, Apiceista
Cuándo los hoy jubilados éramos escolares, en diversos
hogares se practicaba la tradición oral, de generación a generación, los
padres, utilizando frases populares formativas, transmitían los buenos hábitos
a sus hijos. De esas tantas frases
usaremos una para introducir el tema: “Lo que bien comienza, bien termina”. Esa
corta frase es alertadora, nos advierte donde está la clave del éxito y, si
queremos lograrlo, no debemos avanzar sin antes tener todo definido. En primer
lugar saber ¿qué se quiere y cómo lograrlo? y, a partir de ello, realizar todos
los estudios y planes previos.
Luego, antes de iniciar el avance hacia la meta, definir políticas de dirección
y directrices para el buen accionar del equipo de trabajo.
El ICE, a sus 64 años, con el éxito alcanzado
evidencia un buen comienzo y su historia así lo comprueba. Sin embargo,
posiblemente por razones internas (crecimiento, cambios u otras) o externas
(ingobernabilidad, políticas económicas u otras con afectación directa o
indirecta), en la actualidad aparenta un debilitamiento de esos principios, por
ello conviene darles un refrescamiento.
Desde el inicio, por la actitud y liderazgo del grupo
pionero, brotó la mística, se desarrolló y, por tradición, aunque mostrando cierto
agotamiento aún perdura. Su aporte, sin duda, ha sido relevante en la
consecución de las metas; especialmente al afrontar esas obras que, por
diversos factores (dificultad-incomodidad-peligrosidad u otros), se complican y
a veces se tornan casi irrealizables. En ellas, la mística ha sido y seguirá
siendo esencial para vencer los obstáculos, porque, su influjo en el grupo
facilita la ejecución. Por eso,
para asegurar los resultados, conviene mantener ese sentimiento de apego y
disposición por el trabajo, vivificar esa tradición.
Pero, ¿dónde está la mística, es del individuo ó del
grupo, se nace con ella o se aprende? Una vía para dar la respuesta es
utilizando lo actuado cómo motivo, porque, al recordar esos
hechos aleccionadores y percibir
en cada uno de ellos los efectos de la mística, se reitera la existencia de ese
sentir a nivel Institucional. Esperando lograrlo, recurriremos a los
textos-testimonios y anécdotas de entonces donde se puede entrever lo ocurrido
porque en ellos se resalta el buen proceder de los líderes pioneros, quienes,
cómo gestores y coadyuvadores de la idea, además de sembrar la semilla,
quisieron asegurar su germinación y desarrollo. Para ello, con diligencia
ejemplarizante, transmitieron su
certeza e inspiración a los nuevos integrantes y estos, trabajando con el mismo
apasionamiento, le dieron continuidad y continuidad y…, así, como un hábito, se
perpetuó. Por eso, ahí, donde tuvo su arraigo la mística es donde podemos
encontrar el cómo, en algo totalmente nuevo, brotó,
se adaptó, se incrementó y perduró.
Al respecto, por sentirse en ella la esencia de esa
conducta inicial, se transcribe, del testimonio del Ing. Carlos Luis Corrales
Villalobos[1]
sobre lo actuado en el ICE, su concepto de quien lideró el grupo pionero y una
anécdota complementaria:
“Jorge Manuel Dengo era ante todo un maestro y sus conceptos filosóficos
sobre educación tenían una gran visión de largo plazo.
Él concibió el ICE como una estructura educativa para un gran
cambio, el que se produjo.
No estaba tratando de hacer una institución productora de energía,
estaba tratando de crear un gran cambio cultural en el país y lo logró.
Él sabía del gran impacto cultural del ICE y nos convenció de que
no había cambio si esto no se producía primero en cada uno de nosotros, cada
empleado del ICE debería ser desarrollado al máximo de sus potencialidades
personales, iniciativa, habilidades, inteligencia, autoestima.
Consecuentemente, el ICE debería convertirse en una escuela siempre abierta,
siempre dinámica, siempre progresista.
Si esto no se lograba, el Instituto Costarricense de Electricidad
no podría cumplir su misión funcional y cultural. Todo hombre que llegue al
ICE, cuando salga, debe ser un hombre diferente, un hombre desarrollado, con un
alto nivel de confianza en sí mismo.
Bajo estos conceptos, fueron reeducados miles de hombres que se han esparcido por todo el país,
produciendo pequeños y grandes cambios culturales. Muchos de ellos inclusive,
reclamaron el derecho de hacerlo.
Hay en el Instituto Costarricense de Electricidad una estructura
física que llena de orgullo a muchos costarricenses, pero debajo de eso, hay
una infraestructura cultural que pocos conocen.”
Ing. Carlos Luis Corrales
Villalobos
-Don Carlos, como jefe del P. H. Río Macho,
a mediados de 1961 autorizó un curso de dibujo para mecánicos y como requisito
de ingreso estableció tener “Estudios Primarios”. Esa lógica condición le
generó uno de esos reclamos mencionados y, para ilustrar el tema, lo cuenta:
Una noche al salir
del comedor rumbo a la oficina, me seguía un guanacasteco alto, quién, con
intención de hablarme se acercaba y al no atreverse se devolvía, para ayudarlo
le pregunté, ¿quiere hablar conmigo?, ¿de qué? y seguí caminando hacia la
oficina, entramos y nos sentamos. Él me dijo: - Usted me ha producido el mayor
daño en mi vida, ¿por qué?, -porque
no me ha permitido entrar al curso de dibujo para mecánicos. ¿Cómo? -Usted puso como condición que tuviera el 6° grado
concluido y yo no he asistido nunca a la escuela. ¿Sabe escribir?, -no; ¿sabe leer?, -tampoco, ¿sabe sumar, restar,
multiplicar? -Don Carlos, yo no sé
nada, pero usted no tiene derecho de negarme la oportunidad de formación. ¿Qué
vamos hacer? –Yo me comprometo a hacer en 3 meses, toda la escuela primaria en
lectura, escritura y números.
Por su empeño y
mientras afloraba el resultado de su ofrecimiento, le autorice entrar como
oyente, Poco a poco, acorde a su aprendizaje, en todos los rincones del
proyecto, en las láminas de acero, escrito con tiza de herrero apareció: Mamá
me ama, mamá amasa la masa, con una letra de principiante, pero con unos trazos
muy finos y elegantes. 2+3=5,
2x3=6, 5x10=50, por todo
lado…
Con su capacidad y
el esfuerzo realizado, aunque no le alcanzó para lograr su diploma de 6° grado,
sí cumplió con el objetivo del curso, leer planos, y, con el tiempo, se
convirtió en un poco humilde
montador de compuertas, un especialista.
Este claro mensaje de don Carlos, además de reseñar el
ICE proyectado por el mando superior, señala las directrices utilizadas para,
fomentando el máximo desarrollo de cada funcionario, hacerlo realidad.
Indudablemente, ese ambiente motivador, fue el inspirador de esa reacción de
cariño y dedicación, de esa mística, de ese darlo todo y un poco más por
alcanzar la meta. En esa relación “directriz vs mística”, es donde debemos
concentrar la atención, porque, al ser directamente proporcional, permite
regular el ambiente para, cada uno disfrutando el diario hacer, haga posible el
avance de todos como equipo hacia la meta.
La anécdota nos muestra un factor relevante para lograr la operatividad de ese enlace
(directriz vs mística), “aplicar las políticas”, debemos considerarlo, porque,
cualquier determinación sin ejecución (Leyes, reglamentos, normas y otros),
resulta inoperante. Don Carlos, como parte de ese grupo de líderes pioneros que
también lo hicieron, identificado con la política dictada la puso en práctica
(siempre mantuvo programas para el desarrollo de los trabajadores, a su tiempo
contaremos anécdotas al respecto). Y, el reclamo, es un ejemplo fehaciente del
interés de los trabajadores por aprovechar esos programas. En suma “Un líder
identificado, al convertir las palabras en hechos, dota de logros al grupo y
por ende a la empresa”.
Con lo poco andado, ya tenemos elementos para
responder la interrogante “¿dónde está la mística, es del individuo ó del
grupo, se nace con ella o se aprende?”. Sin embargo, por el mucho escribir, se
nos acabó el espacio y, para no estrechar el análisis, lo dejaremos para la
próxima, así, para enriquecerlo, quienes a bien lo tengan pueden enviar su
respuesta.
Publicado en la revista SOMOS
Noviembre -diciembre, 2013.
GRUPO ICE. Año 4/N° 20.
[1] El Ing. Carlos Luis
Corrales Villalobos, como estudiante integró el grupo del P.H. Carrillos
(Planta de Heredia) e ingreso al ICE el 1° de enero de 1951 a -Líneas de
Transmisión, -en P.H. La Garita
(Asistente de la Jefatura). -Jefe de P.H. Río Macho, P.H. Cachi y P.H.
Tapantí. –Director y luego -Gerente del Área de Construcción hasta mediados de
1983, cuándo, cómo Gerente, pasó al SENARA y después al IMAS como Presidente
Ejecutivo.
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